El traje nuevo del Emperador
Dr Pedro Delgado Machado
Médico Psiquiatra
Se trata de un cuento para niños que hizo famoso el danés Hans Christian Andersen, en 1837 y lleva por titulo El Traje Nuevo del Emperador, pero se le refiere de forma común como «El Rey está desnudo». Es una fábula con que resumiremos :
Hace muchos años vivía un rey con en una excesiva preocupación por su apariencia. Un día, dos charlatanes lo convencieron que eran grandes sastres o tejedores, que le tejerían un traje excepcional que impresionaría a todos y lo harían lucir extraordinario. Los charlatanes Guido y Luigi Farabutto le exigieron dinero, y prometieron tejerle un traje que tenía la especial capacidad de ser invisible solo para estúpidos o incapaces para ejercer su cargo, pero maravilloso para los demás. Los pícaros hacían lucir que trabajaban en la ropa, pero se quedaban con el dinero y los ricos materiales que solicitaban para tal fin..
Curioso el rey de saber como iba su vestimenta, y temeroso de que él mismo no pudiese verla y apareciera como incapaz, envió a dos de sus cercanos súbditos que con sorpresa, a pesar de ver como los picaros simulaban trabajar, no podían ver el traje ni las telas. Avergonzados por sentirse en grupo el de los ineptos, decidieron no decir nada al rey, y se deshicieron en loas por el trabajo de los picaros.
Llegado el momento en que el traje estuvo terminado, el rey fue a probárselo pero no conseguía tampoco ver el traje, y perturbado fingió probárselo y alabó la delicadeza y belleza del vestido. Los cortesanos que acompañaban al rey presos del mismo temor lo alabaron a pesar que ninguno podía verlo. Todos le comentaban su belleza por temor a ser tildados de estúpidos o ineptos.
Llegado un día de fiesta, el rey se vistió con el supuesto vestido y montado en su caballo, salió en procesión por las calles de la villa. La gente también conocedora de la rara cualidad que tenía el vestido callaba y veía pasar a su rey, hasta que un niño pobre e inocente en medio del desfile gritó: «el rey está desnudo». Ese grito se convirtó en murmullo y luego en comentarios en voz alta, cosa que removió las conciencias de todos, que entendieron el engaño, y a su vez se percataron que tenían un rey incapaz de gobernar. Por supuesto los pillos habían huido con el botín.
La moraleja puede aplicarse a sistemas gobernantes incapaces, que solo se preocupan por la apariencia en hacer creer que gobiernan bien, mientras la realidad cruda de una pésima gestión golpea a todos por igual. Al principio muchos callan por complicidad, porque sacan provecho, por temor a la retaliación, porque gritan y nadie escucha o porque simplemente se quedan pasivos sintiendo que nada pueden hacer, hasta que surge el grito a coro necesario para cambiar las cosas : El Rey está desnudo !!!!!!!. Y es solo desde ese momento es que las cosas pueden comenzar a cambiar.
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Categorías:Opinión
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